Terminó en algarabia

Anoche se hizo historia. Bolívar volvió a escribir su nombre en las semifinales de la Copa Libertadores de América. El único club boliviano en lograr una gesta que parecía muy lejana, y que año tras año, veíamos truncado el sueño de ser intérpretes de un campeonato tan importante. Pero, toda esa frustración se desató en felicidad, regocijo, euforia, algarabía y llanto, cuando el árbitro, Roddy Zambrano, pitó el final de un partido angustioso, como si aquel silbido representase el punto final de una etapa y comenzará otra, la del protagonismo.

La Academia abrochó la inédita clasificación en Argentina, con aquel zapatazo de William Ferrerira, que rubricó el empate y el punto de oro. La victoria de ayer, con el agónico tanto de Juan Carlos Arce, sólo certificó la superioridad del equipo celeste, ante un Lanús que, en los dos partidos de la eliminatoria, no pudo encontrar el horizonte, y si lo hacía, terminaba chocándose con una organizada defensa, que es la piedra angular del juego celeste. Nelson Cabrera, Ronald Eguino y Luis Gutiérrez firmaron una eliminatoria de otra esfera, y anoche, el trabajo tampoco fue menor, aunque también es cierto, que Lanús –con Santiago Silva en ataque– siempre estuvieron huérfanos, sólo dependiendo del pelotazo a las espaldas. La sola mención de un remate de media distancia de Leandro Somoza, que intento sorprender a Romel Quiñonez, fue la única ocasión de peligro del cuadro Argentino, en el primer tiempo.

Algo indiscutible en los de Tembladerani, es su buena defensa. Pero, la otra cara de la moneda, es la ofensiva. Un aspecto que deja muchas dudas cuando juega de local. Juan Miguel Callejón está lejos de ser aquel enganche organizador, tiempista y con riqueza técnica, y ayer, su participación y contribución al equipo, pasará al olvido. La academia no pudo gestar de jugadas ofensivas ante un rival que se entregó en varios pasajes del primer y, sobre todo, en el final del cotejo. Incluso, cuando el rival veía que el reloj de arena se vaciaba a toda velocidad y se mandó al ataque, a los celestes le costó como nunca poder dar el golpe final. Y por si fuera poco, la paso mal cada jugada a balón parada que disponía el rival.

En el complemento la balanza se inclinó a favor de la Academia a partir de la expulsión de Carlos Izquierdoz, a los 58', por una agresión contra Luis Gutiérrez. Una sanción que prácticamente, liquidó cualquier aspiración del equipo Granate. Con esta diferencia numérica el local contaba con más espacios para moverse, pese a esto no tenía una idea definida en su juego. Una proyección desde la izquierda le permitió a Bolívar abrir la defensa argentina y cuando la pelota le quedó a Ferreira su remate fue contenido por Marchesin. Fuera de esta oportunidad dentro del área no hubo pocas acciones que provoquen intranquilidad entre los dirigidos por el técnico Guillermo Barros Schelotto. Sin embargo, llegó el gol la victoria. Con un rival entregado y gobernado por la desesperación, Arce rompió el cero a cero después de varias ocasiones erradas. La Academia selló su boleto a los 87', tras un rebote en el cual estuvo atento el delantero para empujar la pelota aprovechando que la defensa del cuadro argentino estaba desgastado y ya no tenía la fuerza para replegar la llegada del local.

Bolívar fue el mejor equipo que Lanús, y su pase a semifinales corroboró esta condición. Ahora, queda más dos meses de receso para volver a vivir la Libertadores. En ese lapso de tiempo, deparará otro torneo cuando comience las semifinales, 23 de julio, visitando el San Lorenzo.
Comparte este artículo:

Partidos

Torneos, ligas