El 10 de noviembre se reunirá el Consejo Superior de la Liga para elegir a su nuevo direct...
El 10 de noviembre se reunirá el Consejo Superior de la Liga para elegir a su nuevo directorio. Un grupo de seis clubes propone cambios y está trabajando en un proyecto. El presidente de Bolívar, Guido Loayza, lanza las primeras ideas: fortalecimiento de los clubes, transparencia en el manejo y una relación con el Estado.— Bolívar es parte de un grupo que quiere asumir la dirección de la Liga ¿qué propone?
— Necesitamos cambiar el fútbol profesional, no podemos seguir haciendo más de lo que estamos haciendo, debemos presentar propuestas, proyectos, no hacer oposición por hacer oposición, sino trabajar en materia de fortalecimiento, por ejemplo económico pero con transparencia, fortalecimiento en infraestructura, y entregar proyectos de formación y capacitación, y todo ello hacerlo de forma conjunta con el Estado.
— ¿Cómo está el fútbol boliviano hoy?
— En el último tiempo ha ingresado en una espiral descendente, en los últimos 20 años ha sufrido una caída libre y no se hace absolutamente nada serio para frenar esa situación y para empezar a generar un punto de inflexión. Necesitamos que en poco tiempo el balompié boliviano vuelva a alcanzar los niveles que tenía y que los supere. Hace 20 años estaba en un periodo de esplendor, por encima de Venezuela, Perú, Ecuador, Paraguay y Chile, estaba en un sitial muy importante incluso a nivel de clubes que pasaban sin dificultad (de fase) en los torneos internacionales; ahora tenemos que ver qué ha pasado, por qué en estos últimos ocho años hemos tocado fondo, por qué Bolivia se convirtió en el peor equipo de la región, por qué por primera vez en 90 años de historia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) somos los peores.
— ¿Qué están haciendo los clubes para cambiar eso?
— Bolívar, Oriente, Wilstermann, Universitario, Sport Boys y Nacional Potosí vamos a plantear cambios. Si los seis clubes presentamos en su momento un proyecto para el manejo de la FBF, ahora estamos trabajando en el mismo de manera que tengamos en el eje de abscisas los productos y en el eje de coordenadas todos los trabajos de soporte para lograr esos productos, un plan para hacer una Liga mucho más eficiente, más competitiva, que genere mayores ingresos económicos y realice un trabajo coordinado con el Estado.
— Usted insiste en el trabajo conjunto con el Estado, ¿cómo se puede lograr eso?
— Es para que los clubes se fortifiquen en lo económico y generen mayores ingresos que les permitan tener mejores equipos, con una mejor competencia y emergente de ello tengamos una mejor participación en torneos internacionales; pero hay que organizar torneos competitivos en divisiones menores, implementar el certamen espejo donde haya competencia y pueda intervenir un buen número de muchachos que muy rápido pueda llegar al torneo profesional, o sea fomentar una mejor formación.
En ese sentido hay que trabajar con el Estado con proyectos, no pidiendo dinero, no queremos ir a pedir sino ir a concertar planes combinados Estado-Liga. Buscaremos que el Gobierno prosiga brindando facilidades a los clubes para mejorar la parte de infraestructura a fin de que puedan tener sus Centros de Alto Rendimiento, como colaboró ya con algunos clubes.
Pero no queremos hacer lo que siempre se hace, que es pedir ayuda. Debemos preparar proyectos, propuestas tangibles para realizarlas con el Estado, hay que hacer proyectos a diseño final para discutir con el Gobierno, con interlocutores válidos de ambas partes, y tener una relación continua, no espasmódica.
— ¿Usted cree que tantas canchas con césped sintético benefician al fútbol y al deporte en general?
— Debemos trabajar para que todas esas canchas que se han implementado en el país tengan un reglamento que permita priorizar el trabajo de escuelas de formación de niños. Que no sea como sucede hoy, que esas canchas se utilizan mayoritariamente para la gente adulta, cuando esos predios deben servir para trabajar con los niños.
— Habla de transparencia, ¿no es transparente hoy el manejo de la Liga?
— Esa es una tarea pendiente, porque ahora no hay transparencia, no se rinden cuentas. Lo recomendable es rendir cuentas siempre y se lo debe hacer con la mayor frecuencia posible, porque hay que saber qué está haciendo (la Liga), cuánto dinero maneja, cómo gasta esa plata. Tratar también de trabajar en lo relacionado con el tema impositivo, elaborar propuestas para estudiar y analizar junto con el Servicio de Impuestos Nacionales para no tener inconvenientes y que los clubes tengan alternativas. Por supuesto que si este grupo logra alcanzar la presidencia de la Liga realizará la auditoría correspondiente para conocer el manejo realizado, esto es normal.
— ¿Qué harán para hacer mejores torneos?
— Hay que hacerlos más competitivos, más atrayentes, que permitan trabajar con el Estado y que éste nos ayude en el tema de conseguir mayor sponsorización para los clubes a fin de que tengan más soporte.
Y atender lo relacionado con la parte de capacitación y formación de árbitros porque vemos que los jueces no vienen por un casting que necesariamente deberían cumplir para esa profesión. A veces vemos que los que se inscriben aparecen después de seis años y esto tiene que cambiar.
— ¿Los estatutos que rigen en la Liga están bien para estos tiempos?
— Hay que cambiarlos y adecuarlos a la actualidad, pero todo eso se realizará con dirigentes comprometidos en procura de un cambio, y trabajar con profesionales de diferentes áreas que puedan darle tiempo completo a la Liga y rendir cuentas periódicamente de las áreas que manejan al Consejo Superior.
—¿Quién debe ser el próximo presidente de la Liga, alguien de Bolívar?
— Como Bolívar no hemos entrado a este grupo con la idea de que tiene que ser uno del club el líder, el abanderado; al contrario, deben ser otros clubes los protagonistas. Hay que trabajar porque varios clubes están pasando por una situación desesperada y grave. Bolívar coyunturalmente está más o menos bien, pero si las cosas siguen así y no hay un crecimiento, la gente que trabaja con nosotros también se va a aburrir, se va a cansar y vamos a entrar a esa vorágine.