Bolívar va rumbo a su decimonoveno título en la historia de la Liga (1977-2014), aunque si...
Bolívar va rumbo a su decimonoveno título en la historia de la Liga (1977-2014), aunque si se da, para varios de los integrantes de su actual equipo será el primero. Como técnico, el español Xabier Azkargorta nunca ganó un título con un club de primera división. Su mayor logro fue a nivel de selecciones, cuando condujo a Bolivia al Mundial de Estados Unidos 94. Tras ello, dirigió en algunos clubes, pero no le fue tan bien como ahora. En la lista de "primerizos" entre otros también aparecen sus compatriotas Juan Miguel Callejón y José Luis Sánchez Capdevila.A la Academia le faltan dos partidos: el domingo con Wilstermann en La Paz y una semana después, en Santa Cruz, frente a Blooming. "Lo bueno es que todavía dependemos de nosotros mismos. En el fútbol todo es complejo, es absorbente, pero a la vez es estimulante porque nosotros seguimos defendiendo la unidad que nos permite continuar en la punta", dijo ayer Azkargorta. Y es que mientras Bolívar, que es líder con un punto de ventaja sobre Oriente (40 contra 39), gane lo que le queda por jugar, no habrá forma de sacarle la corona, que ya se la está probando.
Hasta podría ser campeón el domingo, si acaso le gana a Wilstermann y a su vez, en el Tahuichi Aguilera, Oriente pierde con Sport Boys, algo improbable que se dé, pero no imposible. En la última jornada, el conjunto albiverde deberá visitar a The Strongest. "La victoria frente a Universitario en Pando fue muy importante, pero todavía quedan dos partidos y de ellos ya estamos pensando en Wilster", agregó el DT.
Admitió que como hay jugadores que por primera vez persiguen un título "sienten ansiedad, y eso hay que controlar, hablar del cotejo que viene sin generalizar. Es importante solo pensar en el rival que viene". Ése es Wilstermann, que ya se bajó de la lucha por el título hace unas fechas. Aunque no por ello hay que considerarlo un rival accesible. "No, tenemos que seguir trabajando duro con el plantel para mantener el nivel. Lo más importante es que nosotros hagamos lo que tenemos que hacer".
Solo hay una cosa que a los celestes les preocupa, y lo admitió el propio entrenador. Los arbitrajes no les convencen, menos después de que el domingo fue expulsado José Luis Sánchez Capdevila. Azkargorta y compañía no entienden el motivo. "Sí, me preocupa bastante las cosas que estamos viendo, como lo que sucedió en Cobija, donde nos echaron a José Luis Sánchez. El plantel igual respondió bien, a pesar de que jugamos con diez. Y así hay que seguir".
Según el presidente de Bolívar, Guido Loayza, "el arbitraje nos dejó sabor agridulce, no entendemos por qué expulsó a Sánchez, fue injusto, ninguna de las amarillas ameritaba sacar. Ojalá que los arbitrajes mejoren en esta recta final". Loayza advirtió que Wilstermann "será un rival de mucho cuidado" y "lo mejor va a ser que Bolívar siga dependiendo de sí mismo hasta el final".
Del avión directo a la cancha
Trabajo
Bolívar regresó ayer de Cobija y de inmediato se fue a practicar en Tembladerani. El grupo fue dividido en dos, uno (con los jugadores que actuaron ante Universitario) efectuó tarea regenerativa; mientras que el otro hizo un partido frente a un equipo juvenil académico.
Descanso
El plantel celeste tendrá descanso hoy. Está previsto que reanude sus prácticas mañana. El lateral derecho, Gerardo Yecerotte, acusa una sobrecarga muscular y el cuerpo médico ya comenzó el tratamiento. Este miércoles será evaluado de nuevo por los médicos.
Sánchez, como un piloto más
José Luis Sánchez Capdevila tuvo un regreso de Cobija a La Paz distinto. Pasó el vuelo en la cabina de los pilotos e incluso vio el descenso y el aterrizaje. El capitán Minor Castellón, de Ecojet, invitó al español a que acompañara a la tripulación. "Conversamos de muchas cosas, sobre todo de fútbol. Fue una experiencia súper emocionante. Se cumplió uno de los deseos que tenía en mi vida, no lo esperaba. El capitán me llamó y con ellos pude compartir el viaje de retorno", contó Sánchez Capdevila.
Por algún momento se olvidó de la amargura de haber sido expulsado el domingo en el partido frente a Universitario, lo que le impedirá jugar el próximo partido frente a Wilstermann. "Las dos amarillas fueron demasiado extrañas, no era para expulsión. Afortunadamente ganamos a pesar de la obra de Alejandro Mancilla", agregó.
Tras aterrizar en La Paz, el español dijo que "es otra cosa estar ahí (en la cabina), uno puede observar el panorama con sus propios ojos, ahí adelante da mucha confianza. Me impresionó cómo (el avión) pasó cerca del Illimani para luego tomar la pista del aeropuerto. Fue un viaje maravilloso, yo viendo los controles y ellos (los pilotos) hablando de fútbol".