Bolívar hizo temprano un gol y luego se defendió bien, por ahí tuvo uno que otro contragol...
Bolívar hizo temprano un gol y luego se defendió bien, por ahí tuvo uno que otro contragolpe más. Pero en general retrocedió demasiado, el pretexto lógicamente fue la expulsión de Carlos Tenorio, y le regaló la pelota a The Strongest, que de tanto insistir halló el empate cerca del final (1-1).El clásico paceño 195 en la historia de la Liga tuvo demasiado protagonismo arbitral, con mucha bulla ya sea que los cobros resultaran buenos en unos casos y malos en otros, así que el encuentro se ensució y dio material para que se hablara más de eso y no del partido en sí.
Fue un cotejo poco bien jugado, primó el nerviosismo, hubo excesivo accionar fuerte que no quiere decir malintencionado, y así caldeado como estaba era difícil hallar razones que llevaran a calificarlo más allá de lo regular y no por debajo de ello.
Comenzó bien, Tenorio dos veces aunque una adelantado, Chumacero y Castro tuvieron las primeras opciones.
Vino la apertura de la cuenta por obra y gracia de una pelota perdida por The Strongest y un contragolpe muy bien ejecutado por Bolívar, el esférico le llegó a los pies de Callejón y tras dejar malparado al zaguero Centurión, el español anotó a los 11'.
Luego hubo una que otra jugada para un ida y vuelta, The Strongest presionaba y la Academia trataba de responder.
Hasta que llegó esa jugada tan polémica cuando Tenorio se iba y Vaca lo frenó, y el árbitro terminó echando al delantero.
Todo el segundo tiempo fue del Tigre. Desde los 15 segundos, cuando Escobar mandó un balazo apenas desviado. La entrada de Nelvin Soliz ayudó a generar más llegada, la de Abel Méndez fue para que hubiera más presencia en el área, y así fue intentado de diversas maneras mientras Bolívar había renunciado a atacar.
La Academia se salvó una y otra vez hasta que el gol del empate cayó de maduro, los celestes reclamaron que Gutiérrez estaba tendido en el piso, los atigrados siguieron la jugada y Ramallo, de cabeza, concretó para poner el definitivo 1-1 (38').
Más allá del polémico arbitraje, Bolívar quiso cuidar desde muy temprano la diferencia, y The Strongest asumió su rol al menos para no terminar vencido.
¿Por qué la Academia optó por meterse atrás?
Ramiro Siles
La expulsión de un jugador no tiene por qué significar regalar la iniciativa al equipo contrario, sin embargo Bolívar hizo eso ayer una vez que perdió a Carlos Tenorio por expulsión.
Tomar recaudos a partir de estar con uno menos es una cosa, muy diferente a retroceder tanto hasta virtualmente renunciar a seguir atacando.
Así prefirió manejar Xabier Azkargorta a su equipo, tanto que terminó sacando a los dos hombres que más daño podían hacer adelante: Juan Miguel Callejón y Juan Carlos Arce. O sea, después de reducir por voluntad propia su ofensiva a solo contragolpes de tanto en tanto, el siguiente paso fue armar una fortaleza que sirviera para cuidar el 1-0 hasta el minuto final.
En el segundo tiempo en el que hubo una acción del zaguero Cabrera que recorrió metros y metros intentando decir "pasemos la media cancha, no nos defendamos tanto", la jugada de Bolívar con más riesgo fue un aislado tiro libre en el final ejecutado por Jhasmani Campos, y contenido por Vaca.
Fueron incontables las llegadas de The Strongest, bien Bolívar en ese sentido para agruparse y no dejar espacios, pero fue tanta la presión que llegó el tanto del empate, un castigo para el celeste que no confió en sus otras armas.